Quedé prendida, hechizada en el arco de tu sonrisa, en el vuelo espiral que haces sin prisas porque todo en ti tiene razón de ser,
quedé enamorada
de la luz que tu mirada emite cuando me
miras silente y me dices “que bella estás”
porque ni un
ave rapaz puede robarme la caricia que tu eterna sonrisa
me trasmite
y energiza como volcán en erupción,
enamorada de
los deslindes brillantes que tiene tu postura de amante
que llena
vacíos y fríos que en el pasado quedaron,
mis manos, mi piel, mi alma te amaron desde el mismo
instante que tu luz encandiló
los silencios y oscuridades en las que estuve
olvidada…