miércoles, 14 de octubre de 2009

Mientras te espero te digo que...



YO  te amo


Afable distribuidor de algarabías a mis plegarias.
Todo es notable, todo es festejo cuando tus cortejos
se detienen en las veredas de mis férreos dominios.
¿Qué fulgor de luna mañanera te puso en mi camino?
La perfección que logro encontrar en la brillantez de tu mirada
me pierde hipnotizada pues sólo veo tu luz caminante.
Y me encuentro, con el jolgorio tibio,
que tanto deseé encontrar.
Yo te amo,
socorrista de mis incendios mañaneros,
sensato y atípico revolucionario de mis praderas finitas
que las haces infinitas con tu hechizar.
Yo te amo
irreverente febo, único, sin par,
serafín inédito con marejada uniforme
que me invita a confiar.
Te amo
ovejero de mis pastizales,
tu germen nutritivo dio a mis forrajes gentiles
una nueva, sublime y dulce vitalidad.
Los te amo
me brotan a raudales cuando evoco tu ente
y te los envío en correo abierto

para que el mundo se entere
de lo que siento por ti.
Los te amo
los siembro en los puñados de estrellas
que este cielo montañoso me deja merodear.
Los cultivo en los brillos de luna,
que sumisa pretende,
en monólogo orate, convencerme,
que siembre más porque ella
se ha vuelto adicta
a los eternos te amo que te envío…
Los envío y envío
hasta la tierra madura que los cobija
en sus filones
los sazona en el sol que refugia tu estadía
y te los mando tostados, tibios para tu piel morena…
Los te amo
de particularidad determinante
que vagan por mi corazón
se los susurro al viento que, los amasa
y te los entrega en tus noches.
Introduce la dulzura que mis te amo tienen
en tus batallas diarias
para que ornamente tu nido
de origen virtuoso que nadie parece ver.
Desde mi austral penar
Te envío un te amo cobijado
en el mar de sueños que por ti viven dentro mío.











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