miércoles, 27 de julio de 2011

Yo decidí, en mi libre albedrío, respirarte.


Te respiro en la vibración de tu voz, en tu cintura de vuelo intenso y distinto, respiro vida en el laberinto emprendedor de tu boca colibrí laborioso en el universo de mi piel.
Te respiro perdida en la elocuencia de tu pecho que me llama hechizante para realizar mis sueños, sueños que tienen la magnitud que le da tu respiración
Tu eres el dueño; quiero secuestrar de tu alma un poco de la miel de la que está repleta para beberla mientras respiro…