jueves, 26 de marzo de 2009

DECLARO




Lo que siento por ti es sin muerte.
lo declaro, lo declamo.
Tiene signatura de eternidad
tritura lo falso dejando sólo los tallos
que no morirán
Sin muerte
lo que siento por ti.
Y es incontenible en mi pecho.
Llegó a habitar a mi alma
en donde es apología de regocijo.
Lo original de este felpudo sentimiento
es el viento fresco, verosímil que inunda
cada filón de mi acantilado.
Mar fragante incendiándolo todo en mí
Es sin muerte.
Lo que crujen mis pasos.
Sin muerte.
Lo que entregan mis poros.
Sin muerte.
La vestidura que arrastra.
Soy incapaz de dejarlo ir
porque el gustillo a tropel de elefantes provocando el vuelo de mariposas nocturnas
se ha vuelto adicción que ni la razón monta.
Lo deja ir. Fluir.
Porque es sin muerte
lo que siento por ti
surtidor de las herramientas que requiero para sonreír
Es sin muerte.
Es mi refugio abstracto. Mi complaciente vendaval.
sin muerte vive
sin muerte se quedara a habitar mi ser.

martes, 24 de marzo de 2009


Entre mi boca y mi pecho
hay un nudo corpulento que me aprieta.
No me deja respirar.
Es la ausencia. Es tu olvido
el lazo que me ahoga
¡es tan furioso el pesar!
Entre mi boca y mi pecho
tu partida me ahueca
hasta la piel de mi alma.
Carcome mis huesos
y traza una estela mercenaria
en mi jardín ahora sin labrar.
Entre mi boca y mi pecho
me quema el vacío.
Debilita mi cuerpo,
mis pasos, mi andar,
Desarticula hasta
la más ínfima molécula…
Éste ausentarte tan de pronto
sin despedida siquiera me hace quebrar.
Entre mi boca y mi pecho,
obrero, artesano de mis uniones,
recolector de mi revolución de letras.
pedazo de trueno,
hervidero de deseo y de pasión.
Tu retirada en silencio hace que
cercene mis sueños y torture mi cantar.
Entre mi boca y mi pecho
hay un silencio que anuncia tu partida,
desencaja mis ganas de seguir caminando.
No quiero dormir,
no quiero estar despierta,
¡No quiero que me duela!
no quiero mirar este duelo
que debo enfrentar.
Entre mi boca y mi pecho
eras mi inspiración.
¿En dónde encuentro ahora
a alguien como tú, piedra preciosa,
tesoro escondido que descubrí en mi trayecto?
Alguien que me inspire
Para crear como lo hacías tú y tu mirar.
DE:Fantasmas en mis pestañas.
ELOISA ECHEVERRIA

viernes, 13 de marzo de 2009

UN PARENTESIS DE SUEÑOS FECUNDOS.





Quiero detener la luz en ese punto
en ese instante
en que baña tu cara y que brilla mas que nunca.
Detener
la luz en ese segundo de tu estado
para disfrutar de ti
de ese gozo
de esa expresión profunda
que se moldea rebozante
de experimentar
entre tus piernas de mis humedales.
Quiero detener la luz que emana de tus ojos
al conseguir empuñar la prolongación
de tu lujuria en mi sensualidad.
No te detengas en la cabalgata
sólo detén tu luz de satisfacción
para grabarlo en mi memoria
y gravite serena
anexada en el cubil de mis drogas soñadoras
que me ayudan a vagabundear sin tu piel.
Inmortalizar la luz que emana de tu sonrisa
porque de nada adolece
todo lo tiene para caminar.
Tiene la facultad imperecedera
de ímpetu ancestral que borbotea vida
y que es litio para mis venas.
Droga, fabricante de profundos orgasmos
de mi júbilo.
Tu rostro en ese soplo
tus líneas mostrando que ves la gloria.
Detener la luz
porque te deseo mío en ese momento
en el que el compás es perfecto
es mullido.
Déjame disfrutarlo para que se haga eterno
porque es tan corto el relámpago brillante.
Detener la luz
conspirador de mis anhelos
deja que la beba y la enlace para siempre
en el paraíso de mis pasiones
de entrega desordenada en tus brazos.

jueves, 12 de marzo de 2009


Justo calzó tu sonrisa en la extensión de mi trizadura
tenia la mesura que inquieta
la sorpresa que fundamente esperanzas
y se quedó tan bien puesta que embrujó cada poro neófito de mi ser
mi ser inexperto en la observación de sonrisas
y se produjo un pronostico en el aire que vagabundeaba
en el costero de este magnetismo
un pronostico hinchado de almíbares con partículas
de singulares semillas que germinaban rápido de forma recta
y cobijé tu sonrisa sin estar preparada siquiera.
Su melodía utópica me mece cada día,
susurra indiscutibles
preludios de un porvenir viable

Justo calzó tu sonrisa en la extensión de mis trizaduras
y me dejé llevar.