martes, 27 de octubre de 2009

Una historia.



Los insondables vacíos, oscuros, fríos
de negrura imparcial constante
de firmeza casi retrógrada analizan mi estado sin ti.
Convergen en simples conjeturas de libres albedríos,
de caminos paralelos,
en un punto centro, largo en que nos encontramos
pero nunca nos tocamos.
Paralelas entradas,
estados de vidas y sentimientos no programados
ni pregonados
que llevan a romper los esquemas matemáticos
y que entró en el juego el alma,
y a ella,
no se le engaña un centímetro siquiera
en lo que es emoción.
Sin embargo,
como el estado era paralelo
los caminos no pudieron juntarse en este punto
aunque el sentimiento y los deseos eran volcanes en erupción…
Y yo espero,
a pesar de lo descabellado,
que alguna especie de justicia divina, que la hay sin duda,
cobije este sentir y que sea ella,
la que un día,
lleve a precipitar una cruzada larga
por los senderos de tus ojos hechiceros que me entregaron
lo especial para llenar mis vacíos.
Yo soy adicta a tu parafrasear perfecto,
de vaivén mesurado que ornamentan mis días.



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