Detengo
los minutos de bronce
que calan matando mis esperanzas
y que trenzan en mis pestañas
oscuras tempestades. Los detengo.
Me quiero bajar
del montículo oscuro, sombrío
de estas horas sin ti.
Pretendo ir a tu encuentro
hoja al viento…
Navegar hasta tu confluencia
omitir las olas gigantes
que quieren enjaular mis deseos.
Bracear siempre más…
Voy hacia tu bifurcación
Hallaré la fórmula
para detener este despilfarro
de estaciones lejos de tus alamedas fértiles
con árboles cobijadores.
Alamedas llenas de horas, tiempos, espacios…
Los minutos de bronce carcomen mis ojos
los magullan tanto.
Ambiciono ir a tu espera para borrar el dolor que araña
las etapas de mi ausencia que viven en tu espacio…
juntarlas con las mías, lavarlas con los besos que nos debemos…
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