lunes, 7 de febrero de 2011



Tu mano en mis manos, tu mano en mi piel, tu mano en mi vida, todo estará bien de ahora en adelante.
Esparciendo cielos en los rieles que transito, liberta mi espíritu navegante, ¡afortunada en mi vivir!
Eres el único adagio que llena mis expectativas de avance, mis sueños de luz, mis escapes de cosas verdaderas.
Tu mano, que no me falte tu mano en la vida y en las eternidades que me corresponda existir para avanzar bendecida.
Cobijada, entregada a la luz de tus espacios que fabrican encantos que sólo tu mano me suele apoyar.

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